Y por mucho que estés enamorada, a veces llegan épocas de añoranza. O, en argot de hoy en día, cuando haces click sin dudarlo en la cajita de Become a fan de "Chicas melancólicas que se abrazan a las rodillas mirando a la ventana". Y sí, yo también creo que Google, Hacendado y las Redes sociales dominarán el mundo.
El caso es que como ya dije anteriormente, no todo siempre es idílico. A pesar de estar agusto, a pesar de no tener absolutamente ninguna queja, a pesar de tener 2 enanos adorables e irritantes al mismo tiempo y una familia que me deja toda la libertad del mundo. A pesar de estar rodeada de gente genial y de vivir en una ciudad de cuento. Pues bueno, a veces ocurre que echas de menos. Cuando te paras en medio de Leith Walk, esperando al 12 mientras recoges los últimos rayos de luz. Y miras a tu alrededor, y viene La Pregunta. Es sólo una, y siempre la misma.
Qué-hago-yo-aquí.
Sí, ya sé que debería de ir entre signos de interrogación, pero así es como suena la pregunta en mi cabeza. Contundente, inquisitoria, amenazadora e inculpatoria. Qué narices pinto yo aquí, fuera de mi casa, de mi ciudad, de mi familia, de mis amigos. Cuando en un día malo no te queda el consuelo de coger el autobús pensando en oler el calor de tu casa cuando entras por la puerta. De ver a tu familia, acariciar a tu gatito hasta que deje de gritar y acurrucarte en tu sofá de ante. Entre tus cosas. Aquí simplemente un día malo se convierte en un modo en espera, un tránsito hasta el día siguiente esperando que sea mejor. Un "habrá que salir a dar una vuelta", dos cafés en el centro y un paseo hasta la parada. Un llegar a casa y esperar un contacto con tu vida anterior desde el otro lado de la pantalla, una caricia virtual en forma de mensaje, un algo. O eso... o acurrucarte en tu sofá de piel que huele a frío y a palomitas, restos de otros días homesick. Y bajar al aga, 3 pisos, para encontrar algo de calor. Y esperar a que den las 9 para esconderte entre las sábanas, que ni siquiera se mantienen en su sitio porque las esquinas elásticas aún no han llegado a Scotland.
A veces pasa, y es normal. Porque no es lo mismo estar lejos, que sentirte lejos.
Como rodeada de repente de un mundo paralelo que no te corresponde, sin saber cómo ni porqué. Desorientada, de repente sobrecogida por la inmensidad de una ciudad que no te pertenece, o que en ese momento tú no perteneces a ella. Y cierras los ojos esperando despertarte de nuevo entre tus cosas de siempre, y sentir que de nuevo todo cobra sentido. Deseando teletransportarte, como cuando vuelves a casa después de una noche de fiesta. Sólo que esta vez sabes que por la mañana tampoco te levantarás allí.
Y el reloj nunca se para. Eso que dicen que las cosas siguen igual cuando vuelves no es más una farsa que para los que no quieren ver. Que todo está cambiando, que está mutando en tu ciudad, que estás perdiendo gente en la misma medida que estás ganando otras cosas allí donde te encuentras ahora. Que a veces cuando menos te lo esperas la vida gira 180 grados, y son más duros de llevar cuando ni siquiera puedes ser testigo de ello. Y sólo te llevas las consecuencias como una bofetada de aire helado.
El amor siempre duele, supongo. Y más cuando se tiene el corazón dividido. Y aunque conscientemente sepas que es incoherente, autodestructivo y absolutamente masoquista querer volver a una ciudad donde todo tu mundo anterior se desmorona... en cierta parte es justo eso lo que te hace querer volver. What's wrong with me. What's wrong with my old life, with which I thought it was my Real Life after all. What about if when I go back, everything is ruined. Nothing is as it used to be. Will I get lost in my own city, in my Own Life?
domingo, 4 de abril de 2010
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¡Ay, B! A mí siempre me decían que mi casa estará donde yo esté, pero hay casas y casas. Supongo que estás acercándote al momento de "What if?": ¿Y si hicera mi vida en Edinbra?
ResponderEliminarOLI I7O
si no hubiera algún día menos pleno,radiante y feliz; Dejarían de existir los de: "felicidad completa en el día de hoy"
ResponderEliminarseamos permisivos y avanzaremos
Oli, una de dos: o eso o cogerme el primer vuelo straight home!
ResponderEliminarstill thinking... muchas veces me acuerdo de tu mítico "why not?" ;)
mamá... deberías impartir clases de karma. love you!