Hoy estoy radiante, casi tanto como el sol que lleva brillando toda la semana en Edinbra.
Y es que el tiempo últimamente podría describir perfectamente mi estado de ánimo, pero hoy... hoy es el día con más luz de todos. Casi cegador. El tiempo también los componen las personas. Es el ingrediente clave para que irradie tanta vida, con más o menos sol. Hoy Edinbra se ha vestido de kilt, y ha rellenado las calles de gentes, de personas. Las zonas principales y las que no lo son, atestadas de varones con falda por doquier.
Pero el día de hoy no empieza aquí, si no que empieza ayer (así, como lo leeis): Ceilidh. Ya he descrito anteriormente en el blog este tipo de fiestas, pero para que os hagais una idea... Tiene lugar una vez al mes, en una sala muy amplia (en la que tienen que caber la banda que toca, mesas, sillas, barra y espacio suficiente para acoger al mayor número de personas posibles sin que haya ningun herido. Yo sé porqué lo digo.)
Y lo mejor: los chicos en falda, por supuesto. El 90% de la asistencia masculina allí lleva kilt, lo cual aparte tener su gracia es absolutely much more sexy. Admito que puede ser algo contradictorio, como bien pude advertir, decir que "A mi es que me gustan los chicos muy masculinos" -conversación con una amiga- rodeada de cientos de hombres en falda. No sense.
Supongo que no es lo habitual, pero un chico en kilt lo encuentro doble o triplemente masculino!
En fin, que nos os voy a disertar con palabras de teenager sobre mis preferencias personales, ejem. Este blog no ha llegado hasta ese punto (not yet). El caso es que allí fui, acompañada por supuesto de unos cuantos varones en kilt y otro puñado de au pairs. Cuando (por fin!) conseguimos reunirnos todos dentro y después de hacernos con un drink (por aquello del sweat), nos unimos a la fiesta que había ya montada. La banda, estupenda como las otras veces, amenizaba cada canción explicando los pasos al principio de cada una. Siempre con jockes, aunque la mayoría ni les pillara (how am I suppossed to understand the steps and get the jockes, both at the same time AND with a haaard scottish accent???). Y los bailes parecían empujar las manecillas, porque el tiempo pasaba bailando. Y un, dos, tres, la pareja 1 pasa por debajo de pareja 2, cambio, y agárrate del brazo del de enfrente y da vueltas, que es tu turno. Dudo que alguien pueda pasar las 4 horas que estuvimos sin dejar de reír un solo segundo.
Y después de acabar completamente chorreando pero con una sonrisa de oreja a oreja, nos fuimos al bar de enfrente. For a drink (por aquello de que we deserved it). Y era cuanto menos pintoresco, pasearse junto a nuestros chicos en kilt, y tomar una cerveza con ellos. Y esuchar historias relacionadas con el "linaje de su tartán", y cómo su diseño es único para su familia. What a folk stuff.
Sí, pero no me quiero poner cultureta porque todos sabemos donde acabamos, even though we had to pay anyway for just one hour and a half: THE HIVE. Tercer hogar, después del Starbucks de princes. Con razón hay un grupo en el facebook llamado "where should we go tonight? err...ahm....ok, fuck, let's go to the hive!" or something similar. Todo el mundo tiene sus pequeños fetiches, I guess. Cosas que no es que nos gusten porque sean las mejores, sino porque las sentimos nuestras. No me gusta el hive porque sea amazing, it's just I feel SO confortable there!
Y esta mañana, he sido la huésped más afortunada del mundo:
-Are you hungry?
-I'm starving, actually!!!
-I promess I'll feed you up with a biig breakfast!
¿Cuándo alguien me ha preparado un desayuno a base de huevos revueltos, tostadas, rolls de bacon-camembert-ensalada y café? Hoy. What-a-fantastic-day.
Y el folk me ha acompañado en mi paseo por el centro, con las calles a rebosar de masculinidad en kilt. Resulta que hoy hay partido de rugby y la gente se echa a la calle con sus kilt, banderitas y demás merchandising. Cual españoles con la camiseta de su equipo bajando al bar a ver el partido, y luego dándole al claxon como si se hubieran vuelto locos. (pregunta filosófica: los personajes que después de un partido sonorizan las calles de esta manera, y al pasar por tu lado te gritan un "WWEEEEHHHHHHHHH!!!" que requiere todo el aire de sus pulmones, harán lo mismo con TODAS Y CADA UNA de las personas de la calle? En fin.)
Y todo princes, lleno de sol y de cuadros. Y todo Haymarket, con un bunch de people saliendo de la estación venidos de quien sabe donde, solo para el partido. Y por supuesto mi zona: Murrayfield, a 3 minutos del Murrayfield Stadium, lugar donde se celebra el match. Qué ambientazo, deberíais volver a ser mis ojos esta vez. Hasta uno de mis niños, Nicholas, se ha enfundado en su falda para asistir al partido. Como buen fanático y jugador de rugby que es, no se pierde un solo partido en kilt.
What a wonderful and Truly Scottish Day!
sábado, 13 de marzo de 2010
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me encanta tu forma de escribir y la manera de plasmar tan sensiblemente tus sentimientos.eres muy grande! adelante!
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